Los medios de transporte modernos verdaderamente han cambiado el mundo. Los viajes que antes demoraban días, ahora llevan unas horas; los que solían demorar horas, hoy pueden hacerse en minutos. El progreso nos permitió pasar de los viajes a pie, a trasladarnos en caballos o burros, o en vehículos con ruedas tirados por estos animales, hasta llegar a las bicicletas y los vehículos motorizados, como motocicletas, automóviles, autobuses o camiones. Junto con estos vehículos, surgieron las rutas en las que se podía circular con ellos.
La seguridad vial ha sido tema de preocupación prácticamente desde que se construyeron las primeras rutas en la Mesopotamia antigua, alrededor del año 4000 a. C. El objetivo de estas rutas era proporcionar una superficie más sólida para los vehículos con ruedas, pero en realidad eran utilizadas por todo el mundo: vehículos con ruedas, peatones y, durante la mayor parte de la historia de la humanidad, en muchas partes del mundo, por personas a lomo de caballos y burros. Desde las primeras rutas, la cantidad de vehículos con ruedas aumentó exponencialmente.
Una variedad de vehículos comparten las rutas modernas, según el lugar donde viva. En algunos países se pueden ver automóviles, autobuses, camiones, carros de tracción animal, motocicletas, motonetas, ciclomotores, bicicletas y calesas orientales de dos ruedas, todos en las mismas rutas. Y, desde luego, también están los peatones. Todos los vehículos circulan a diferentes velocidades, a menos que estén demorados en un embotellamiento. Cada conductor observa la ruta y los demás vehículos que circulan desde su propio ángulo y perspectiva en la ruta. Además, la mayoría de las veces cada vehículo se dirige hacia su propio destino. La combinación de estos factores hace que viajar en las rutas modernas sea todo un desafío.
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